...mi primera transpirenaica

5 días, 2.820 kilómetros, más de 20 puertos de montaña, 2 o 3 deportivos, playas, valles, bosques, curvas, muchas curvas, "frío", calor, lluvia, "niebla", alegría, melancolía, dolor, cansancio, miedo, sorpresa, agradecimiento, FELICIDAD... podría seguir así toda la entrada, ya que este viaje ha sido completito.

En un principio, este viaje iba a ser de 7 u 8 días, pero por diferentes motivos, ha tenido que quedarse en 5. Decidimos mantener el recorrido, con la salvedad que deberíamos dejar las visitas monumentales para otro momento.

Quedamos el lunes 13 a las 5 de la mañana Carlos y yo para iniciar esta nueva aventura, que llevábamos gestando desde prácticamente el otoño pasado, y digo nueva porque ninguno de los dos conocía los Pirineos.


El motivo de quedar tan temprano no era otro que intentar quitarnos la mayor cantidad de kilómetros con la fresca y evitar en lo posible cruzar Madrid en hora punta, intentando llegar temprano a Cadaquès para hacer un poco de turismo, no en vano, el plan nos marcaba la nada desdeñable cantidad de 922 Km.

Un error en una salida en Madrid nos hizo hacer una buena cantidad de kilómetros de más y perder sobre una hora extra en el atasco de las 8.
Algunas obras en la A-2, nos hacían perder más tiempo del planeado.


El tiempo pronosticaba que por las tardes habría tormentas en la zona por la que transitaríamos... jejeje nos calló una chupa de agua en el peor sitio posible... que aun lo estoy flipando. Os pongo en situación; C-25 entre Manresa y Vic, obras, con un rebajamiento longitudinal en todo el carril, encajonados en una caravana de tráfico lento, sin salida alguna, ni tan siquiera un milímetro de arcén donde poder apartarte, sin chubasquero por supuesto, con un dedo de agua atravesando la calzada, que parecía que me echaban cubos de agua a los pies al pisar cada charco, con el cansancio acumulado de más de 800 km. a la espalda, y en mi caso, sin saber como se comportaría mi neumático delantero ante tanta agua. Carlos estrenaba Road 3 más feliz que una perdiz. Menudo drama para comenzar unas vacaciones... Y como no podía ser de otra forma, cuando ya bien calados, encontramos una gasolinera donde resguardarnos a la altura de Gurb, para de diluviar... cojonudo
A posteriori, nos vino bien la ducha, ya que nos espabiló y encaramos los últimos ciento y pico kilómetros más frescos.

Un capricho del navegador nos hizo adentrarnos por una zona menos transitada, creemos que como es tan listo, lo hizo para que tuviéramos una primera toma de contacto con las carreteras de montaña y quitáramos algo de cuadro a los neumáticos después de tanta autovía jajaja. En lugar de seguir por la C-37 que nos habría conducido tranquilamente hasta Olot, nos metió por la BV-5224 por Sant Pere de Torelló y subir el Col de BRACONS (1.132 m.).
Bueno, tengo que decir que toda la culpa no fue del GPS, ya que en la C-37 había infinidad de carteles amarillos en catalán, que no entendíamos, intuíamos que eran obras, y como no sabíamos la cantidad/gravedad de estas, decidimos tirar por donde decía el bicho y asegurarnos el no quedarnos parados aún más rato.
Perdimos sobre 45 minutos más, e hicimos unos kilómetros adicionales, que merecieron la pena por supuesto. Llegamos al hotel de Cadaquès, (el único que llevábamos reservado) a eso de las 9 y con nada menos que 1.012 kilómetros en el cuerpo.
Una duchita, y nos bajamos a dar una vuelta por el pueblo para cenar.



El martes inconscientemente nos lo tomamos con demasiada tranquilidad para la tarea que llevábamos. Entre que nos levantamos para salir del hotel sobre las 9, bajar a desayunar a la playa y lograr salir de allí, (ya que como sigas el paseo marítimo, luego tienes que dar un buen voltio para salir del pueblo sin hacer pirulas).


En este pueblo nació Dalí

Hasta las 10 no nos habíamos puesto en marcha, con lo que ya acumulábamos retraso si queríamos buscar hotel con tiempo de sobra al final del día para poder dar una vuelta y visitar algo. Pero es que no había ganas ningunas de dejar este idílico lugar.



Llené mi botellita con agua del Mediterráneo para verterla en el Cantábrico, como marca la tradición.


Y yo por lo menos me despedí con un hasta luego...


Continuamos dirección Llançà para entrar en Francia por el paso de Portbou.

Vista de Portbou

La N-260 es una carretera espectacular, ya que vas bordeando la costa por una sucesión interminable de curvas suaves que te permite disfrutar de lo lindo, y a esta hora apenas encontramos tráfico; no me quiero imaginar esto en Agosto...
En la "frontera", en el Col de BELISTRES (170 m.) al igual que en el de Ares, había una especie de memorial a los refugiados.



la foto es robada, NO estaba posando jejeje

En Francia, el asfalto empeora un pelín, pero no resta un ápice de disfrute, prueba de ello fue la cantidad de moteros que nos cruzamos.


Atravesamos Cerbère, y Banyuls-sur-Mer


para llegar a la población de Colliure donde paramos a tomar algo y disfrutar del último reducto de playa que veríamos por el momento.




Dejamos atrás la costa dirección Le Boulou para adentrarnos en el otro registro del viaje, la alta montaña.
Por aquí pudimos comprobar como es cierto lo de que los franceses se echan al arcén para dejar paso a las motos. -Muy majos ellos-


Atravesando grandes rectas y algunos pueblos, llegamos a las faldas del primer gran col de la jornada; El Col de la SEILLE (1.185m.)



para continuar hacia el Col d'ARES (1.513m.) por donde entraríamos de nuevo en España.


El monumento a los refugiados


De momento, el primer contacto con Francia ha sido muy satisfactorio.
Paramos a comer en Molló. No recuerdo el nombre del bar, pero el dueño, nos atendió muy amablemente y comimos bastante bien por 10€.



Lo cierto es que la sobremesa fue rápida, ya que a estas alturas, ya nos habíamos dado cuenta de nuestro error de la mañana y veíamos que no llegaríamos bien a Andorra.
Continuamos hasta Ripoll, para conocer a la tan escuchada/idolatrada COLLADA DE TOSES (1.800 m.). Está muy bien, pero me la imaginaba de otra forma, con un asfalto mas ancho y menos peligroso; a mi me pareció un poco extresante.


En la bajada, paramos en un apartadero y decidimos poner el huevo esa noche en Puigcerdá.


Después de unas pocas vueltas, nos alojamos en el Hotel Del Prado, que aunque nos costó su dinero, desde luego quedó bien amortizado, ya que para ser un 3 estrellas, tiene muchísima más calidad.


Subimos al pueblo a dar una vueltecilla para ver algo y cenar.




A la vuelta, guardando las motos en el garaje, nos encontramos con el pequeño museo que tiene supongo que el dueño del hotel.


En total salieron algo menos de 250 km.

Para el miercoles, teníamos una tareica buena pendiente, ya que si no queríamos dormir en Francia, debíamos llegar como fuera a Formigal.
Ya con la experiencia del día anterior, tocamos diana a las 7:30, estando en marcha poco mas tarde de las 8, ya que para el desayuno teníamos el Col de PUYMORENS (1.915m.)


y para postre el Port d'ENVALIRA (2.408 m.)


Atravesamos Andorra entre obras y en La Seu d'Urgell cogeríamos la N-260 que nos llevaría atravesando el Port del CANTÓ (1.710m.) hasta Sort, donde había que comprar lotería a ver si puede ser...


Continuamos por la C-13 dirección Vielha. Este tramo es una pasada, ya que ahora mismo tiene un asfalto impoluto, y como apenas había tráfico, pudimos disfrutar trazando sus curvas rápidas a un ritmo más alegre.
Es curioso, pero de llevar un montón de kilómetros con el ritmo de 60-80, cuando te pones a 120 tienes la sensación de ir mucho más deprisa. ¿no os ha pasado?



Pues con este continuo de curvas rápidas llegamos a las herraduras de la BONAIGUA (2.072 m.) y la estación de esquí de Baqueira



con un descenso de los más entretenidos.



En Vielha, paramos a comprar en un super algo de comida para hacer un picnic cuando nos apeteciera, y así además de ahorrar algo de dinero, ahorrar también algo de tiempo. Además, por estas alturas, una muela del juicio de Carlos quería ver tanto paisaje espectacular y decidió asomar un poco, con lo que la dieta del pobre se redujo a sanwiches, bueno y la mía, por acompañarle.

Entramos de nuevo en Francia, subiendo el Eth PORTILHON (1.291,8 m.)


para tras cruzar Bagnères de Luchon hacer lo mismo con el Col de PEYRESOURDE (1.569 m.).




Llegados al bonito pueblo de Arreau, (donde está el famoso cruce de inicio de puerto que siempre sale cuando van a subir el Tourmalet en el tour), empezó a llover, por lo que la cámara de nuevo a la bolsa, habréis comprobado que pasó allí mucho rato, porque llevamos un montón de kilómetros y apenas hay fotos, eh? jajaja. Es así, porque además cuando no llovía, llevaba los guantes de invierno y no me apaño con ellos y la cámara.


Ascendimos primero el Col d'ASPIN (1.490 m.)




y a continuación, tras lidiar con una carretera llena de grava (estos franchutes tienen muy buenas carreteras, pero para arreglarlas, echan la grava y que se jodan las motos, que peligro!!!) dimos cuenta del mítico TOURMALET (2.115 m.) esquivando ciclistas (mira que todos los puertos eran duros, pero este tenia 2 pelotas, ole por ellos.)


Y como no encontramos otro lugar mejor, en la cima, sentados en un pollete, comimos.


Aquí se aprecia mejor la majestuosidad del lugar


Una comida de altura, no? jajaja


Continuamos camino hacia Luz-Saint-Sauveur, donde quería parar a ver el castillo que hay dentro del pueblo, pero nos perdimos, y poco más y subimos a Ordino-Arcalis jejeje. Cogimos por banda, bueno, mejor dicho nos cogió ella, a una mujer para preguntarle donde coño estábamos mapa en mano, todo esto solo sabiendo decir en francés cruasan y wi brigadier, pues la tia se lió a rajar allí, que poco mas y nos deja marchar. Al final, conseguimos escapar de la aburrida mujer, y logramos llegar a la carretera que nos conduciría a las subidas de el Col de SOULOR (1.474 m.)



y posteriormente al precioso y a la vez peligroso AUBISQUE (1.709 m.) donde la niebla, o las nubes hicieron acto de presencia, limitandonos la visibilidad considerablemente.








Ya con mas ganas de llegar que otra cosa, continuamos por una preciosa carretera encajonada en un estrecho desfiladero acompañando el curso de un rio,




en Laruns, donde cogimos la D934 que ya tiene un aspecto más de nacional,


nos conducirá hacia España, por el Puerto del PORTALET (1.795 m.)



parando a repostar en la primera gasolinera que encontramos pasada la estación de Formigal.


Este detalle, que parece en un primer momento que no tiene importancia, nos hizo ver que aún hay gente que te ayuda sin pedir nada a cambio, porque sí.

Ya estábamos listos para irnos, cuando el chaval de la gasolinera, me pregunta sobre el peso de mi moto, y comienza a contarnos que tiene una varadero, etc etc, y como ya estábamos de moto... pues nos quedamos hablando un rato.
Le comentamos nuestra gesta y que si conocía un sitio bbb donde pasar la noche, y el tío, ni corto ni perezoso, se puso a llamar por teléfono hasta dar con quién buscaba y nos consiguió un apartamento a muy muy buen precio. Además, nos comentó que si además el dueño del aparta no nos dejaba gratis una plaza de parking, que él mismo nos ofrecía meter las motos en la suya. Gracias desde aquí, Miguelín.

Pues ya casi con el alojamiento buscado, bajamos a Sallent de Gállego donde haríamos noche. El apartamento era la caña. Dimos una vueltecita por el pueblo para intentar ver el eclipse de luna, tomar una cerveza y cenar.



Después, no nos molestaron los mosquitos... Salieron sobre 450 km. con toda la chicha que habéis leído.

El jueves, era el último día de transpirenaica propiamente dicha, y lo cierto es que no pintaba muy bien climatológicamente hablando, ya que ponía lluvia y con la suerte del primer día, no nos fiábamos.


Mientras íbamos a por las motos, aproveché para hacer unas fotillos del pueblo.







Nos levantamos a la misma hora que el día anterior, poniéndonos en marcha para desayunar en Biescas. Durante el trayecto en bajada, con el suelo mojado y sucio de una especie de capa de verdín , que no ofrecía la mayor confianza, además de llenarnos la moto de mierda... nos encontramos con esta manifestación.


No me quedó muy claro lo que pedían... jajaja

Iglesia de Biescas

Tras el desayuno, continuamos dirección Jaca, y posteriormente, nos desviamos para echar un vistazo al monasterio de S. Juan de la Peña, donde hicimos un pequeño alto para hacer unas fotos, ya que ni de cachondeo teníamos el tiempo necesario para la visita.

en el monasterio nuevo





Al bajar del monasterio notaba la moto algo rara, y ya en Puente la Reina, paré a comprobar las presiones, encontrándome un alambre clavado en la rueda trasera, pero como no perdía mucho, ajusté la presión y ahí lo dejé. Veremos como evoluciona.
Enfilamos hacia el valle del Hecho, que es precioso, más aún la localidad de dicho nombre, que la he apuntado para una próxima visita más relajada. Decidimos parar a tomar un tentempié en Ansó, que también tiene una visita relajada.



Para posteriormente disfrutar del valle del Roncal, que si el otro era precioso, este aún lo es mas.


Por hacer esta foto, se pudo ir al traste todo el viaje. Paré en el arcén, bajando el puerto que sirve de limitación con Aragón, y al cargar el peso al pié izquierdo para con el otro pisar el freno, me escurrí un pelín con, supongo que, algo de grava porque no había nada, la moto se me venció para el costado logrando que sólo apoyara sin pegar el golpazo. No hubo daños, salvo la cara de gilipollas que se me quedó. Lo mas gracioso, es que una vez puesta la moto en pié, ya subido para marchar, me volvió a pasar exactamente lo mismo, pero esta vez sin llegar la moto a caer.

Ya dentro de Navarra. Subimos otros 2 o 3 puertos más, en los que no hice foto. Las nubes se iban haciendo cada vez más y más espesas hasta que en el cruce de la NA-140 y la N-135 casi en Roncesvalles, el cielo se abrió. En este punto, tuvimos unas pequeñas dudas en lo que hacer, ya que la muela de Carlos, se había propuesto dar un poco mas porculo, y viendo la que nos esperaba en dirección Norte... le propuse tirar para Pamplona y acortar el viaje del día siguiente. Dijo que no, que siguieramos con lo planeado, y así hicimos, lloviendo a cántaros, enfilamos para Roncesvalles, donde yo que tenía ilusión por verlo, decidí no parar, porque menuda estaba cayendo.
Bajando el puerto, pasé mas miedo que en toda mi vida con la puta rueda delantera. La sentía chirriar en cada curva de herradura, y estaba esperando, que dijera, al suelo vas... vaya sensación más mala.
Tras cruzar Saint-Jean-Pied-de-Port por un cenagal debido a unas obras, paró de llover y continuamos por Francia buscando ya algún merendero para comer. Creo que lo hicimos en Saint-Étienne-de-Baïgorry, porque todos los pueblos me parecían iguales.



A la salida del pueblo, encontramos un parque y una iglesia muy chula, pero bueno, tampoco comimos en mal sitio.

Entramos de nuevo en España por el puerto de Izpegui y en el cruce con la N-121, sí alteramos la ruta, ya que en lugar de subir otra vez para Francia y entrar por el norte hacia Fuenterrabía/Hondarribia decidimos seguir por esta y entrar por España, ya que eran cerca de las 6 y ya estabamos algo cansados.
Llegar a la costa, fue una aventura quizás mayor que toda la transpirenaica, entre las obras, el dolor que me salió en la mano cuando cogía el embrague (a raiz de la semi-caida, iba mucho más duro y algo doblado), el tráfico... Al final acabamos en el puerto no se si de Irún o de Fuenterrabía pero conseguí llevar mi botellita de agua al Cantábrico.




Tras unas llamadas para buscar alojamiento, decidimos avanzar un poco para acortar el viaje del día siguiente, y tranquilamente nos pusimos en Miranda de Ebro, donde nos habían localizado un hotel, sólo diré (para no hablar mal de nadie) que nos costó poco más de 70€, y estaba muy bien... para vivir hace 30 años.
Las vistas sobre el río Ebro:



Contando hasta el puerto, salieron unos 300 km. y aqui creo que puedo terminar ya la crónica, debido a que el viernes, no quedaba mas que autovía hacia Ciudad Real, y eso tiene poco misterio, más aún cuando no hubo nada que destacar.

Nos vemos en otra. Saludos.

Comentarios

  1. Un viaje inolvidable sin ninguna duda¡¡ Felicidades¡¡

    ResponderEliminar
  2. Que maravilla de viaje y una chulada de fotos. Gracias por contárnoslo Maes. Ahora voy a intentar digerir la envidia.-

    ResponderEliminar
  3. Muy buena crónica y vaya cantidad de puertos que os metisteis entre pecho y espalda.
    Nos ha gustado

    ResponderEliminar
  4. Que viaje más guay!! os habeis currado un buen montón de puertos de montaña, además de ser muchos de ellós míticos en los Pirineos.
    Mi más sincera enhorabuena por haber disfrutado de una ruta asi, y gracias por compartir.
    Ale, ya tengo que cojer el mocho para limpiar las babas...

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias. Me alegro que os haya gustado.

    Moteros había muchísimos, sobre todo alemanes e ingleses, y el 80% con trail. No entiendo como los fabricantes no meten mas caña a este sector.

    ResponderEliminar
  6. Qué recuerdos, qué carreteras, qué grandiosidad de viaje... Lo bueno de los Pirineos es que puedes hacerte otra transpi sin apenas repetir puertos, aunque sería una pena renunciar al tramo Aspin-Tourmalet-Peyresourde, casi insuperable.

    ResponderEliminar
  7. Gonzalo, me temo que ese tramo lo disfruté mas bien poco, lo acababan de parchear y estaba de grava hasta arriba :S

    habrá que repetir jejeje

    ResponderEliminar
  8. Simplemente impresionante, me ha encantao.

    ResponderEliminar
  9. Muy buena crónica, lástima del tiempo que pillásteis. Hace unos años me hice una transpirenaica recorriendo la N-260 pero tengo pendiente hacer una como la vuestra, por Francia. Después de leer tu crónica todavía me han entrado más ganas...
    Salud y kilómetros!

    ResponderEliminar
  10. Enhorabuena x ese pedazo viaje!!
    Yo voy a hacerlo en agosto y aun no tengo claro el recorrido, pero creo q busco el mismo q vosotros. Por favor podrías enviarme el itinerario? Serán suficientes tres días para l transpirenauca propiamente dicha? Muchas gracIas y un saludo . emartilopezfont@hotmail.com

    ResponderEliminar
  11. Se me había pasado por alto esta crónica! Felicidades por vuestra gran travesía, prácticamente hemos calcado nuestras transpirenaicas, pero en direcciones opuestas... Eso sí, no te perdono que hayas pasado literalmente por delante de mi casa sin avisar ;-)
    Saludos y nos vemos en ruta!
    (Soy Pentax, no sé qué diablos le pasa a mi blog, que no puedo registrarme)

    ResponderEliminar
  12. Pues lo pensé cuando pasaba por allí (este es el pueblo de tal, y este de pascual...), pero como la ruta de ida y vuelta las preparó Carlos, casi que no sabía que era lo próximo... además, no me acuerdo del piso jajaja

    ResponderEliminar
  13. Aun estoy leyéndola... muy buena crónica tio! rodar, compartir, descubrir, experimentar, qué más se puede pedir?...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Que envidia, he conocido casi todos los lugares, que subidita para san juan de la peña. Ahora que me parece que se os quedo uno de los sitios mas bonitos por los que he pasado para ir en moto, un paraje conocido como el Cañón de Añisclo cerca de Ainsa, espectacular, aunque siempre esta bien dejar algo para la próxima.
    P.D. por las fotos la mezcla de líquidos parace que es Hondarribia justo enfrente de Hendaya de donde sale una carreterita costera muy chula también.
    Bueno Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quedaron bastantes cosas por ver. Me apunto ese cañón para la siguiente. Te diría que el agua fue al lado del puerto deportivo de Irún, pero no estoy seguro. Hondarribia se ve al fondo, pero no llegamos a acertar.

      Me alegra que te haya gustado. Espero que te haya traído gratos recuerdos.
      Gracias por comentar. Un saludo!!

      Eliminar
    2. Irún no tiene puerto, el puerto más cercano en España es Hondarribia/Fuenterrabía o el de Pasajes de San Juan.
      Sólo lo digo por culturilla.
      UN saludo.

      Eliminar
  15. Hola mi nombre es Marcos y soy de Cáceres. Estoy preparando para la próxima primavera una ruta similar, pero no sé por qué motivo, sólo mE lo planteaba con El itinErario opuesto, cuando lo lógico es meter kilometrada de autovía el primer día a tope de fuerzas y emoción. Tengo una duda y es que mi montura es una Yamaha R6 modelo 05 y, en Octubre, estreno Yamaha XMax 400 para uso diario. Pensando en la autonomía y en el equipaje esta montura (que adquiero con otro concepto), podría convertirse en una opción más que viable. ¿Qué opináis tras vuestra experiencia? ¿Lo veríais viable con un monocilíndrico automático de 400?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Marcos,
      La moto no es importante, todo depende de las ganas que le pongas. Como más comoda y protección aerodinamica que la R6, lo vas a ganar en resistencia física, y si lo que te preocupa es la potencia, con ir mas tranquilo es suficiente, no te va a faltar. Otra cosa es que vayas a raspar en todas las curvas, entonces llevate la R6 en un carro.

      Un saludo.

      Eliminar
  16. Pasada de ruta lo mismo sigo vuestro pasos con mi Burgman 650 este verano 2017, por curiosidad no tendrás la rutas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No te defraudará, Antonio. Las rutas no las tengo, pero se sigue bien con las indicaciones de la crónica.

      Eliminar
  17. Bonita narración y mejor viaje. El año qeu viene me apunto a realizarlo y contaré la experiencia. Igual para entonces ya no solo son Francia y Andorra los paises extranjeros que hay que pisar.
    Un saludo y gracias por hacernos participes de la experiencia.

    ResponderEliminar
  18. Muchas gracias por compartir la experiencia. Estoy pensando en hacerla el próximo Mayo o Junio, dependo del trabajo pero sobre esas fechas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  19. Gracias a vosotros, Espero que disfrutéis la experiencia.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

te puede interesar: