Lago y Puebla de Sanabria
Aprovechando que el Tera pasa por Puebla de Sanabria, nos disponemos a disfrutar de este bonito y fresco entorno.
Se puede decir que tras los rigores paisajísticos de la gran Castilla, a grandes rasgos, esta zona se podría calificar como el nexo de unión entre la verde y revirada galicia y la recta y monótona meseta castellana.
Se puede decir que tras los rigores paisajísticos de la gran Castilla, a grandes rasgos, esta zona se podría calificar como el nexo de unión entre la verde y revirada galicia y la recta y monótona meseta castellana.
Originado tras la última glaciación de hace unos 100.000 años, este lago es el mayor de este tipo de toda la Península Ibérica. Llega a algo más de 50 metros de profundidad y sobre 1,5x3 Km de superficie.
Aunque este lago es el más conocido de este territorio, el parque natural está formado por una serie de más de 20 lagunas diseminadas por el entorno. Ejemplo característico de modelado geográfico producido por el efecto de la glaciación.
Sobre el mapa, decidimos llegar hasta el final de las dos carreteras principales que rodean el lago, ya que hacen una suerte de callejones sin salida.
La primera de ellas, la ZA-108, que bordea la orilla sur del lago prácticamente a nivel de agua, finaliza en Ribadelago.
La primera de ellas, la ZA-108, que bordea la orilla sur del lago prácticamente a nivel de agua, finaliza en Ribadelago.
Concretamente en el monumento a la memoria de los desaparecidos de la catastrofe de Ribadelago, acaecida en 1959.
Me resulta paradójico que de un paraje tan bello, pueda venir tanta destrucción. No entraré en mas detalles ni opiniones al respecto.
De vuelta por donde venimos, en la glorieta -solo hay una- tomamos la otra de las carreteras que ratonéan por el entorno del Lago de Sanabria. La ZA-122 nos dirije hacia San Martín de Castañeda, en la orilla norte.
Con gran cantidad de miradores en los que detenerse, dependiendo de la ladera en la que trascurra la ascensión, se podrán observar diferentes tipos de vegetación.
Consecuencia de su situación geográfica, estas sierras constituyen el límite entre el clima atlántico y el mediterráneo.
El predominio atlántico en las laderas orientadas al Norte y al Oeste, mientras que en las de exposición Sur y Este tienen características mediterráneas.
Dejando atrás San Martín de Castañeda, la carretera siempre en claro ascenso, nos conducirá hasta su fin en el entorno de la denominada Laguna de los peces.
Sin lugar a dudas, un bonito lugar. Punto de inicio de varias rutas senderistas y de btt.
Por un momento, incluso me acuerdo de mi bicicleta. Cosas de la edad quiero pensar.
Antes de que este pensamiento vaya a más, comenzamos el descenso, eso sí, deteniéndonos en los miradores que nos hemos saltado.
Ya con rumbo hacia la medieval Puebla de Sanabria.
Una última del lago y nos vamos a ver piedras.
El casco histórico de Puebla de Sanabria es pequeñito y está todo concentrado. Respetando la señalización, dejamos las motos prácticamente a la entrada de la ciudadela. En un primer momento no resultó de mi agrado, más si cabe divisando desde muchos metros la estampa de semejantes máquinas de viajar, por las pintas con bastantes conchas en su haber.
Un grato paseo -tras subir la empinada calle principal eso sí- y el posterior estado de la plaza lograron hacerme entrar en razón de que hicimos lo correcto.
La plaza, pese a tener circulación restringida, está a rebosar de coches, sin apenas hueco para casi pasear. Sin embargo no se ve un alma.
Yo a lo mío. En primer término, la iglesia de Sta. María del Azogue, construida en el siglo XII, románica, pero con importantes transformaciones en los siglos XVI, XVII y XVIII.
Como está comenzando a ser habitual, llevo unas horas en las que está todo cerrado, por lo que me tengo que conformar con disfrutar solamente del exterior.
Este me quería contar como visitante, pero logré convencerlo de que si no entro a verle los pies, no vale.
Separada por lo que se puede considerar la calle mas estrecha del mundo, se encuentra la pequeña capilla barroca de San Cayetano. Construida en el siglo XVIII
Una pequeña ráfaga de suerte nos permitirá visitar parte del castillo. Los dueños de los coches están en el castillo, que hace las veces de casa de la cultura de la localidad. Mientras ellos se encuentran en el salón de actos, nos permitimos la licencia de dar un paseo por los muros y patio interior de este.
Además de casa de cultura, hace las veces de biblioteca municipal, oficina de turismo y diversas exposiciones en sus diferentes estancias.
Construido a mediados del siglo XV por don Rodrigo Alonso de Pimentel y doña María Pacheco (IV Condes de Benavente) ocupa una posición privilegiada sobre un promontorio rocoso protegido por tres cauces fluviales.
Se trata de un castillo-fortaleza construido en sillería de granito con un recinto amurallado de planta cuadrangular y una torre central, la Torre del Homenaje o como popularmente se la conoce "El Macho".
Finalizada la pequeña visita, continuamos vagando atraídos por las impresionantes vistas que proveen las murallas de la ciudadela
En este caso, hacia la vertiente bañada por el río Tera
En la que sacar una panorámica del entorno es lo menos que puedes hacer.
Con esta imagen en la retina, nos dirigimos para finalizar el día hacia las motos y marchar hacia la siguiente ruta.
Saludos!
Cuanto deprecian el paseo y la fotogenia esos vehículos , aunque los propios habitantes tienen la última palabra. La laguna de. Los Peces llegamos a pisar en su dia su superficie helada.Te sigo que de momento se por donde vais.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya hemos llegao donde ibamos, tus dominios deberán esperar como poco hasta Septiembre. En las siguientes predominará el amarillo jejeje.
EliminarSaludos!!