A tomar el aire de Tarifa
Y nunca mejor dicho ;) Lo que viene siendo otro año más, decido apuntarme a la concentración nacional del Club YBR. La doceava para el club, y si no recuerdo mal, la sexta en la que participo. Este año el lugar elegido ha sido la meridional Tarifa, y solamente con la exótica palabra meridional, ya estaba apuntando mi nombre en la lista de preinscritos.
La ruta de ida, sí que la llevo preparada más o menos como las preparaba hace tiempo, con itinerarios, kilometraje, incluso tiempo u horario previsto. Aunque luego, solamente se haya cumplido el itinerario, y dando gracias, pero eso sólo lo sabré yo... -bueno, y ahora tú también, pero no digas nada-
La ruta de ida, sí que la llevo preparada más o menos como las preparaba hace tiempo, con itinerarios, kilometraje, incluso tiempo u horario previsto. Aunque luego, solamente se haya cumplido el itinerario, y dando gracias, pero eso sólo lo sabré yo... -bueno, y ahora tú también, pero no digas nada-
Tras un café en Puertollano donde quedé con Javi y Rodri, es con Javi con quien inicio viaje hacia Córdoba vía Montoro. Apenas unos kilómetros pasado Córdoba, apartados en un área de servicio de la A-4, a la altura de las curvas de los radares, vemos pasar a una grupeta de motos que nos resultan familiares. Debían venir unos metros por detrás, porque no llegamos a casi poner punto muerto. Salimos a su alcance y unos kilómetros más adelante, paramos a tomar un refrigerio con los compañeros que bajan de Zaragoza y Valencia.
Ellos continuarán con su plan y nosotros con el nuestro, por lo que en Ecija, nos volvemos a separar. Llevaba intención de hacer una visita a Osuna, pero con el tiempo invertido en las paradas imprevistas, decido obviarlo. Lo tengo a un par de horas de casa, así que lo meto a la pila de pendientes de invierno, ya que por aquí no pienso aparecer en verano.
La siguiente parada debe ser Ronda, donde buscaremos algún lugar para comer algo, así que hacia allí vamos chinochano. Jugando con los márgenes,
La siguiente parada debe ser Ronda, donde buscaremos algún lugar para comer algo, así que hacia allí vamos chinochano. Jugando con los márgenes,
El curioso nombre, me juego a que se debe a que es el primer o último pueblo de la provincia de Málaga, dependiendo de que sentido lleves, por lo que se encuentra «almargen» de la provincia. ¿Será?
En las puertas de Ronda, veo en un cartel que Setenil está apenas a 15 km, e improviso que puede ser un buen lugar para comer.
En estos 15 kilómetros intento recordar las recomendaciones para comer leídas en algunas crónicas de blogs amigos, pero no consigo hacerlo, y como pese a ser viernes, está todo completo, ponemos el huevo en la única mesa libre que encontramos bajo la piedra.
A la sombra, mas bien.
No visitamos más que la calle típica, pese a que el lugar es pequeñito y se anuncian un par de calles turísticas en las indicaciones del pueblo. Una de ellas es la otra típica foto que veréis con la piedra ocupando todo el voladizo de la calle.
Del bar donde almorzamos, tampoco voy a destacar nada. Comimos unas raciones y unos montaditos de no recuerdo el nombre, pero era de la carne de chorizo, morcilla y salchicha previa al embutido en la tripa. Tenía buena pinta, pero para encerrarse en un casco «hermético» no es muy recomendable ;)
Volvemos a Ronda, con un destacable calor. Desde aquí y durante las próximas horas, la temperatura se hará protagonista.
Nos metemos en Ronda con la moto, previa ojeada al gmaps con el móvil, para intentar dar una vuelta por la parte monumental, si es que está abierta al tráfico, que lo desconozco, pero por probar. A medio camino, tras equivocarme de calle y meterme en estrecheces, para variar, empiezo a sudar algo más de la cuenta. Tomo las de villadiego y salgo a la ronda exterior, valga la redundancia de nombres y rodeo la ciudad para, eso sí, no perdonar la foto típica que no quería dejar escapar.
Nos metemos en Ronda con la moto, previa ojeada al gmaps con el móvil, para intentar dar una vuelta por la parte monumental, si es que está abierta al tráfico, que lo desconozco, pero por probar. A medio camino, tras equivocarme de calle y meterme en estrecheces, para variar, empiezo a sudar algo más de la cuenta. Tomo las de villadiego y salgo a la ronda exterior, valga la redundancia de nombres y rodeo la ciudad para, eso sí, no perdonar la foto típica que no quería dejar escapar.
Un café de a 2 pavos, y un cambio a camiseta seca después, salimos en dirección Algeciras por la A-369. Carretera sinuosa, y pese a decirse rápido, los alrededor de 50 kilómetros de curvas hasta Jimena de la Frontera, donde paramos a descansar, se hacen mas despacio jajaja. Parece mentira que hasta Ronda, apenas dé la sensación de salir de la «meseta» y en un abrir y cerrar de ojos, te encuentras rodando por una carretera de montaña, con una espectacularidad típica de grandes cadenas montañosas. Huelga decir que es la primera vez que ruedo por estas latitudes.
A la altura de Algeciras, comienza a hacerse notar el viento, cada vez mas fuerte, siendo incluso problematico recorriendo la nacional N-340 hasta Tarifa a la altura de los puertos del Bujeo y del Cabrito. Especialmente en éste último. Ojito.
El punto de concentración será el camping Punta Paloma, como decía, en las postrimerías de Tarifa y recomendable 100%. A unos cientos de metros de la playa de Valdevaqueros, donde terminaría la tarde disfrutando de la primera sesión de mar del año. Y eso que el agua estaba fresquiiiiisima.
No hizo mala noche, o eso creo -igual el vinillo de la cena tuvo algo que ver-,
pero por la mañana al despegar el ojo, hacía un viento de la leche. La previsión de rachas de Levante de 100Km/h en el estrecho, parece que se cumplirían.
Salimos en grupos por la nacional, camino de Barbate. Hasta aquí, mas o menos bien porque llevamos viento de cola y no se hace notar, pero cuando giramos hacia la izquierda, para ir al encuentro de la costa por La Zarzuela, y rodar paralelos a ella desde Zahara de los Atunes, éste pasa a azotarnos lateralmente y el cuento cambia.
Ciertamente, fue una lástima, sobre todo para las motos pequeñas, puesto que ponía en verdaderos apuros a los compañeros. Si a una bicha de 300 kilos la zarandeaba unos graditos de inclinación, imagina a una pequeñita de 120... He visto deportivas plegar menos que algunos de estos caballeros. Sin embargo, el tramo de carretera, pese a ser una recta en la que como digo, el viento de levante pega de lleno por tu izquierda, es precioso, con una perspectiva genial de una playa perfecta, preciosa, espectacular.
Ciertamente, fue una lástima, sobre todo para las motos pequeñas, puesto que ponía en verdaderos apuros a los compañeros. Si a una bicha de 300 kilos la zarandeaba unos graditos de inclinación, imagina a una pequeñita de 120... He visto deportivas plegar menos que algunos de estos caballeros. Sin embargo, el tramo de carretera, pese a ser una recta en la que como digo, el viento de levante pega de lleno por tu izquierda, es precioso, con una perspectiva genial de una playa perfecta, preciosa, espectacular.
En Barbate, teníamos prevista una visita guiada con demostración de un «ronqueo», -que es como se conoce al despiece de un atún-, en una empresa de conservas y salazones de productos del mar, con pequeña degustación del producto típico, o al menos con recién adquirida Denominación de Origen: La mojama de Barbate al final.
A finales de mayo, aún no ha comenzado la temporada de atún rojo (Thunnus thynnus), o de almadraba, y la demostración se hace con un atún de cola amarilla (Thunnus albacares) de un tamaño más reducido. Aún así digna de ver.
La carretera de la costa, es tan bonita que decidimos volver de nuevo sobre nuestros pasos disfrutándola en sentido contrario, y de un viento más potente aún que a la ida, con lo que si antes era preocupante, ahora se convierte en peligroso. Ciertamente, muy peligroso, aunque por suerte y gracias a quién cada uno considere,
solventado sin ningún contratiempo más allá de algún derrape en algunos gallumbos y un número indefinido de improperios.
Dejamos la nacional, y el viento, para adentrarnos, a la altura de Facinas por una carreterita estupenda, estrechita, retorcida y al resguardo del tremendo Levante, para salir al Santuario de la Virgen de la Luz, patrona de Tarifa, donde pararemos para relajar un poco la tensión :)
Y una visita, por supuesto, que el lugar es muy interesante.
Tras la suculenta y exquisita comida en un restaurante cercano, del que no hay documento gráfico y me tendréis que creer, nos desplazamos hacia Tarifa en la que daremos una vuelta por las calles a bordo de las motos, para realizar una pseudovisita por la localidad, y acabar intentando la foto típica de grupo en la Isla de Las Palomas
Entre el calor y el viento, lo cierto es que no apetece pasear por aquí con el traje de moto, y sin él tampoco.
La Isla de las Palomas o Isla de Tarifa, actualmente unida a tierra mediante una carretera, es la isla existente frente a la ciudad de Tarifa y cuyo extremo sur, la Punta de Tarifa, representa el punto más meridional de la península ibérica y de la Europa continental.
además de ser la divisoria geográfica entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, situándose justo frente al casco urbano de Tarifa. Sobre la punta se alza la cota más alta de la isla, y allí está construido el faro de Punta de Tarifa.
Si hablamos de la historia, en la zona nororiental de la isla son visibles los restos de, al menos, cinco hipogeos funerarios fenicio-púnicos fechados entre los siglos VI y IV a.C.
La fortificación de la isla se llevó a cabo desde al menos el siglo XVII con el establecimiento de una pequeña batería militar.
Hasta 1808 la isla estuvo separada de Tarifa. Ese año fue construido el camino de la isla.
Al fondo se debería intuir la costa marroquí, con el Monte Musa en el horizonte.
La posterior declaración en 2003 del Parque natural del Estrecho de Gibraltar supuso la protección de la isla y de sus aguas más inmediatas debido a sus peculiares valores ecológicos.
Dado que el camping se encuentra a un kilómetro de la famosa duna de Punta Paloma, no dejo pasar la ocasión de acercarme
y sacar alguna foto rápida pese al viento tan molesto, sin atreverme siquiera, eso sí, a levantar la visera del casco.
Esta duna está formada por el arrastre de la arena de playa que provoca el tremendo viento de Levante, extendiendo ésta hacia Poniente.
Lo cierto es que tanto miramiento por el casco no es más que porque voy de estreno. ¿a que mola?
Como todo, la concentración va acabando y del día solamente queda la ceremonia de la cena, con entrega de premios y regalos. A mi, como siempre, no me tocará nada, pero me quedo con el plato estrella de la cocinera del camping, donde se celebró. El tajine de pollo al curry estaba de muerte.
La vuelta del domingo decidimos hacerla del tirón, sin paradas ni visitas turísticas, más allá de las necesarias para descansar del viaje y repostar.
El molesto viento no nos da concesión tampoco el domingo, y el cansancio está haciendose de notar, tanto físico, como psiquico y moral, ya que no da tregua y la concentración requiere de energías.
Un manguerazo en una gasolinera de Arcos de la Frontera, aprovechando el primer descanso y repostaje, nos servirá para retirar el salitre que cubrió las motos en la visita a la junta de los mares, y evitar males mayores.
No sé en que punto exactamente nos abandonó el fastidioso viento, si a la altura Marchena o incluso antes, pero verdaderamente fue un alivio.
Recorriendo por nacionales, llegamos a la autovía a la altura de Ecija, y curiosidades de la vida, de nuevo casi a la misma altura y pese a salir con horarios e itinerarios diferentes, volvemos a coincidir con los amigos de Zaragoza, Valencia y Madrid que rodarían juntos esta vez. Los alcanzamos justo a la hora de comer y en el momento exacto en el que se apartan a comer en La Carlota.
Recorriendo por nacionales, llegamos a la autovía a la altura de Ecija, y curiosidades de la vida, de nuevo casi a la misma altura y pese a salir con horarios e itinerarios diferentes, volvemos a coincidir con los amigos de Zaragoza, Valencia y Madrid que rodarían juntos esta vez. Los alcanzamos justo a la hora de comer y en el momento exacto en el que se apartan a comer en La Carlota.
Si de curiosidades, o azares del destino estamos hablando, ahora viene cuando la matan. La razón por la que me he puesto a escribir esta crónica es para agradecer de esta forma, al camarero que me reconoció, y como soy "así", ni siquiera le pregunté su nombre. En mi defensa diré que es la primera vez que me abordan así, y me quedé en blanco.
Señor camarero, muchas gracias por leerme. Esta va por Ud.
Por cierto, en el restaurante donde trabaja, hacen los mejores flamenquines que he probado y lo recomiendo por ser BBB.
Señor camarero, muchas gracias por leerme. Esta va por Ud.
Por cierto, en el restaurante donde trabaja, hacen los mejores flamenquines que he probado y lo recomiendo por ser BBB.
Para finalizar la ruta, y tras haber pasado calor y viento, solo nos faltaba la lluvia, la cual hizo acto de presencia a la altura de Fuencaliente, con cuatro gotas que lo único que hicieron fue ensuciar la moto, con lo que la limpieza que hicimos en Arcos, tuvo poca duración.
Pese al viento, para mí la concentración fue una pasada, y ya estoy deseando volver, eso sí, mirando antes la previsión de Levante.
Como bien indicó 'mikuni', uno de los organizadores de la CN en un post de agradecimiento, al cual cito:
"...Que sepáis que habéis conocido Tarifa por lo que le da fama, por su viento, la habéis conocido autentica y salvaje, por lo que muchos la aman y otros la odian."
He conocido algo de la zona tal y como es en su día a día. Y creo que la amo, dado que prefiero conocer los lugares tal y como son, aunque a veces no sea muy agradable.
Disculpad por la calidad de las fotos, ya que no tenía intención de escribir sobre el evento y he tirado de recuerdos de móvil, con lo que ello conlleva.
V'sss
Como bien indicó 'mikuni', uno de los organizadores de la CN en un post de agradecimiento, al cual cito:
"...Que sepáis que habéis conocido Tarifa por lo que le da fama, por su viento, la habéis conocido autentica y salvaje, por lo que muchos la aman y otros la odian."
He conocido algo de la zona tal y como es en su día a día. Y creo que la amo, dado que prefiero conocer los lugares tal y como son, aunque a veces no sea muy agradable.
Disculpad por la calidad de las fotos, ya que no tenía intención de escribir sobre el evento y he tirado de recuerdos de móvil, con lo que ello conlleva.
V'sss
Que tal el "camarero" se llama José, y es para mi y para mi trabajo un orgullo salir en tu blog. Como te comente soy un asiduo lector de tus crónicas y viajes. Un saludo y cuando pases por aquí que sepas que tienes tu casa.
ResponderEliminarGracias José, un placer el haberte conocido.
EliminarJajaja en esta ocasión puedo atestiguar casi al 100% tu magnífica crónica. Y lo del viento de levante fue tan fuerte que algunos "mordimos el polvo" en el suelo. Saludos y gracias por el magnifico trabajo.
ResponderEliminarGracias por el comentario Pedro. Fue un placer compartir ruta con vosotros.
EliminarMuy buena entrada, me la guardo, ya que estoy frito por ir a Cádiz.
ResponderEliminarUn saludo maquina.
Guardatela, que no me pase como a mí. Cuando iba para Setenil iba pensando en tí jajaja.
EliminarUn saludo y gracias.
Gracias por escribir esto y que podamos recordar dentro de unos años lo bien que lo pasamos.
ResponderEliminarCon modidas de polvo incluidas.... un abrazo a todos.
Luis Mikuni
gracias a ti por darme la oportunidad de vivirlo. Aún no se hacer ficción :)
EliminarEx cepcional.
ResponderEliminarMuy bueno.
Y lo sabes... :)
EliminarSi te hubiera acompañado, habría resultado mejor incluso!
Gracias por tu super crónica. Muy realista y refrescante, pese al calor. Un placer leerte.
ResponderEliminarGracias a tí por pasarte Antonio.
EliminarUn saludo.
Todo falso, ni hizo viento, ni el sitio era tan bueno, ni Marco y Luis se portaron, ni Tarifa es tan increíble ni nada de nada. Todo esto te lo has inventado sin salir del salón de tu casa.
ResponderEliminarEso sí, comimos fantástico, los flamenquines estaban buenísimos, si hizo un viento de cojones, es verdad que tarifa es para volver, es cierto que Mikuni y Perro son unos tíos de los que se coje cariño de buena gente que son y sí, es verdad que estuviste.
Lo que sí te pediría es que quites lo de la "doceava" que duele a los ojos.
Un abrazo, Gabriel.
Tengo documentos gráficos en los que sale un tío que se me parece un montón y otro tío que se te parece un montón, y además están en la misma habitación, creo que es una prueba válida ante cualquier jurado de que estuve jajaja.
Eliminar¿No te gusta la palabra "doceava"? Pero si es muy bonita, y viene en el diccionario:
doceavo, va.
De doce y -avo.
1. adj. Dicho de una parte: Que es una de las doce iguales en que se divide un todo. U. t. c. s. m.
Un saludo, y gracias por comentar!
Que buena ruta te pegaste por mi tierra, la próxima vez avisa y te acompaño unos cuantos kilómetros. Gracias por compartir tus experiencias.
ResponderEliminarDalo por hecho!.
EliminarGracias a tí por pasarte. Un saludo