Cantabria Infinita. Día 1. La ruta de los 3 desfiladeros

Parece que Cantabria está de moda. Sólo hay que pasearse por las redes sociales y algunas revistas de viajes en moto para darse cuenta de ello. Esta fama no es casual, ya que esta tierra ha sido, y será, dada su singularidad, fuente de disfrute para los amantes del mototurismo. Aquí va mi granito de arena para quién le pueda interesar.

Intentaré aglutinar en dos o tres crónicas mi viaje de casi 2.000 kilómetros para disfrutar de esta espectacular tierra española sin hacerlo muy pesado.
Pineda de la Sierra, Burgos
He decidido no llevar casi nada planeado, apenas unas escuetas notas con el itinerario a seguir para llegar. Ni paradas estudiadas, ni horarios. Solos un mapa, la moto, yo y la carretera. Alone on the open road. -suena muy aventurero, pero hay un "casi" en la frase-.
En realidad, también llevo tres noches de hotel cerradas, obtenidas a través de una página de subastas. -De la idoneidad o no de esto se podría hablar largo y tendido ante un café-.

Tras el repostaje del kilómetro 0, mi pequeña aventura da comienzo. Una espontánea dama alada sale a despedirme. Tengo un buen pálpito.
Comienzo del viaje. Africa Twin culiparda
Kilómetros de aburridas vías rápidas me conducen hasta esa gran desconocida que es Guadalajara, donde me adentro en busca de un café y si puede ser, algo de gasolina fuera de las impersonales estaciones de autovía.
Fachada del palacio del Infantado, Guadalajara
No encuentro ninguna de las dos, a cambio un espectácular edificio me hace desempolvar la cámara y recordar que tengo un blog que mantener.
Portada del palacio del infantado, Guadalajara
Claro que hay bares en Guadalajara, pero de momento voy a lo que me pida el cuerpo, y en el trayecto que hago por la ciudad no veo ninguno que me invite a parar.
Detalle Palacio del Infantado, Guadalajara
Esta fachada corresponde al palacio del Infantado, casa principal de los Mendoza, (duques del Infantado). La historia del edificio que hoy alberga el Museo Provincial, se inició con su construcción en 1480, la cual duró hasta fines del siglo XV; reformado entre 1570 y 1580, cuando se introdujeron los elementos renacentistas. Y, como no, hecho cenizas a causa de un incendio en 1936. Su restauración en los años sesenta fue lenta y discutible. Aun hoy, transformado y mutilado, es un edificio magnífico.
fuente: ayuntamiento de Guadalajara
Cardenal Mendoza frente al palacio del Infantado
La oscura figura de este eclesiástico, -en ese momento no sabía de quién se trataba, pero mientras estoy escribiendo estas líneas, tras una pequeña búsqueda, veo que se trata de Pedro de Mendoza, un personaje vital en la Castilla de la segunda mitad del siglo XV- me indica con el dedo la dirección a tomar.
CM-1003 con Hita al fondo
Norte, hacia Hita. Curiosamente la misma que tomó él con 12 años para ordenarse cura y comenzar su meteórica carrera hasta ser considerado el tercer rey de Castilla; los otros dos eran Isabel y Fernando.
Hita, Guadalajara
¿Quién no ha leído el libro del buen amor, obra representativa de la literatura medieval castellana, escrito por el Arcipreste de Hita? Este nombre, que debía pasear por mi cerebro como Pedro por su casa, me enciende la chispa de la curiosidad y anima a entrar y reposar un momento en su plaza mayor, o del Arcipreste de Hita.
refresco en la Plaza del Arcipreste de Hita
Esta plaza fue mercado en la Edad Media. La mayoría de sus viviendas pertenecieron a los comerciantes judíos de Hita hasta el año de la expulsión: 1492. Conserva varios elementos singulares, entre los que destaca un soportal de doble crujía
soportales de la Plaza del Arcipreste de Hita
y un gran muro con pretil que le separa de la plaza del Ayuntamiento, situada a una cota superior.
Plaza del Arcipreste de Hita, Hita
Desde 1961 sirve de escenario para las representaciones teatrales incluidas en el Festival Medieval de Hita. -todo esto lo pone en la chapita-
mapa de Hita grabado en el muro
Algunas fachadas de ladrillo recuerdan la tradición constructiva mudéjar.
Plaza del Arcipreste de Hita, Hita
algo que se aprecia mejor en esta foto, de la parte interior de la Puerta de Sta. María
Vista interior de la Puerta de Sta. María, Hita.
Actual emblema de la localidad, se trata de la principal y única superviviente de las tres que tuvo la muralla que mandó construir el primer Marqués de Santillana en 1441
Vista interior de la Puerta de Sta. María, Hita.
Destruida parcialmente durante la guerra civil, fue reconstruida en 1965 y restaurada en 2005.
Puerta de Sta. María, Hita.
Hasta el momento los tonos amarillos cubren los campos de, en este caso, la Alcarria guadalajareña. Aún no he encontrado diferencias sustanciales a mi zona.
Panorámica sobre la Alcarria desde Hita
La puntita de la sombra me dice que es hora de continuar,
reloj de sol, Hita
Instalado en el año 2.000, tras la capa de verdín que el paso del tiempo ha puesto sobre él, figura la inscripción en latín SEMPER AMICIS HORA (Siempre hay tiempo para los amigos). Otra gran verdad que el paso del tiempo y las agendas parecen querer hacernos olvidar. Aquí explican mejor que yo el funcionamiento de estos aparatos.

Bueno, continúo atravesando tierras alcarreñas hasta dar, justo cuando voy pensando en si habrá un mirador que haga las veces de balcón sobre la campiña del Henares que se extiende bajo mí, a la salida de una curva con el imponente castillo del Cid, o de Jadraque.
Castillo de Jadraque
Y su posición de excepcional vigía sobre dicho páramo. No me detengo mucho, apenas unas fotitos lejanas, y andando. De todas formas, sólo abren los fines de semana
Castillo de Jadraque
Ya se aprecia la sierra al fondo, y tras ella, el norte peninsular en el que el amarillo se torna en verde.
Castillo de Jadraque
Pese al estupendo estado del firme de la carretera de Soria, o CM-101, cada vez se hace mas complicado cruzarse con alguien. Mas que por la cercanía de la hora de comer, pienso que es debido a la baja densidad de población de la zona en la que me voy introduciendo.

Aunque me voy planteando el llegar hasta Soria, que aún no la conozco, antes de dejar esta carretera quiero parar a ver una curiosidad que no se cuando encontré, pero la tenía apuntada.
GU-170, Paredes de Sigüenza, entre Sigüenza y Burgo de Osma
Nada mas pasar Paredes de Sigüenza, a unos metros de la carretera que lleva a Sigüenza precisamente, si sabes donde mirar te encuentras con un grandísimo socavón al que denominan la Sima. La sima de Paredes surgió por sorpresa en medio de un barbecho el 7 de agosto de 1979. Por lo que casi casi es de mi edad...

Se trata de un pozo inmenso, un hundimiento completamente redondo del tamaño de una plaza de toros, lleno de agua salitrosa y depende a quién le preguntes, unos te dirán que con una profundidad de unos venticuatro metros, y otros, que no tiene fondo.
Sima de Paredes vista desde la carretera
Se trata de una torca, muy similar a las varias que existen cerca de Cañada del Hoyo (Serranía de Cuenca, las cuales ya visité en esta ruta: por Cuenca con CYBR 2013), y que se han venido produciendo a lo largo de los siglos como consecuencia del continuo desgaste del terreno al que han dado lugar las corrientes de agua subterránea, que terminan por producir un hundimiento instantáneo en la superficie del terreno, casi siempre de forma circular, y con una anchura y profundidad considerables.
Podemos decir que se trata de una torca bebé.
Sima de Paredes, Paredes de Sigüenza
Vuelvo por mis rodadas hasta el cruce con la CM-101, al final decido seguir las notas, aunque tan escuetas son que aquí me equivoco y en lugar de avanzar hacia Soria unos pocos kilómetros más, continúo recto hacia Burgo de Osma. Lo único destacable, es que los kilómetros hasta el cambio de provincia, resultarán a posteriori ser el peor tramo de todo el viaje.
Vistas sobre los Altos de Barahona, Paredes de Sigüenza
Al menos las vistas resultan admirables. Quería llegar a La Riba de Escalote por Rello que en mi mapa indica que tiene castillo, pero como decía, con este despiste lo hago atravesando la paramera soriana denominada Altos de Barahona a través de Barcones.

Camino a Berlanga de Duero, voy con un ojo puesto en la atalaya que se intuye arriba del cerrete, conocida como Torre de Melero, cuando tras un par de curvas me encuentro dentro de un pequeño desfiladero. El primero del día.
Torre Melero, La Riba de Escalote, Soria
Esta pequeña angostura creada por el rio Escalote en la piedra caliza, pese a servir de cobijo a una gran cantidad de buitres, no es muy elevada, pero no por ello carente de vistosidad.
Desfiladero del río Escalote, La Riba de Escalote
Aquí todo es estrecho; el hilo de asfalto que, con su serpenteante discurrir copiando los meandros del pequeño hilito de vegetación que delata, por su frondosidad, el curso del río; muy bien flanqueados por las paredes calizas que lo aprisionan y solo te permiten pensar en seguir adelante en busca de una salida.
¿Sería esta una ruta de escape tras las incursiones de cualquier bando en la época de Almanzor, que tan de moda está en la actualidad?
Desfiladero del río Escalote, La Riba de Escalote
A estas alturas me encuentro buscando una zona recreativa o una buena sombra para comer, me gustaría hacerlo de lo que llevo en el baúl, para ir quitando peso cuanto antes; Aunque si no encuentro nada en un tiempo prudencial, no descarto hacerlo en algún bar.
Al pasar por el cartel morado indicativo de la situación de la Ermita de San Baudelio, imagino que si hacen romerías o algo, habrá algo acondicionado.
Ermita de San Baudelio de Berlanga
«¡Pues vaya mojón! aquí no hay nada y para una sombra que hay, está sobre una necrópolis y no pienso comer en un cementerio», pienso afligido y me marcho por donde he venido.

Ahora viene lo bueno. Ya me parecía extraño que para 4 agujeros en el suelo, que dicen que son tumbas, hubiera aparcamiento asfaltado y una garita.
Necrópolis de la Ermita de San Baudelio de Berlanga
Resulta que, ignorante de mí, me encuentro ante una de las joyas mas desconocidas y espectaculares de todo el patrimonio español. Es un monumento singular por su arquitectura, caracterizada por la columna central en forma de palmera como por sus singulares y excepcionales pinturas románicas. Como esto no es bambi, la ermita arrastra una triste historia de expolio; en la década de 1920 los frescos románicos fueron vendidos por varios vecinos a marchantes que las trasladaron a EE.UU.
Muchas de esas pinturas se exponen en el Museo Metropolitano de Nueva York (The Cloisters) y otras, que regresaron a España a cambio del abside de la iglesia románica de Fuentidueña, están custodiadas en el Museo del Prado. Pese a esta desagradable e indignante historia, se le sigue considerando la "Capilla Sixtina del arte mozárabe"
Ermita de San Baudelio de Berlanga
Si hubiera estado abierto, lo habría petado de la sorpresa.
Volviendo a la crónica, que había dejado la ruta cogiendo de nuevo la SO-152; Continúo hacia Berlanga de Duero donde entro a buscar un abrevadero, aunque acabo comiendo tranquilamente en un banco a la sombra de unos arbolillos cerca de la entrada al castillo.
Castillo de Berlanga de Duero
Tras la sobremesa, dando un paseo me recreo en la Plaza del Mercado, donde se encuentra la puerta de acceso al castillo. En teoría hay que pagar entrada para acceder, pero mas cerca de las 4 que de las 3, aquí no hay nadie para vigilar. De todas formas, conmigo pueden estar tranquilos; no tengo intención de subir andando hasta allí.
Castillo de Berlanga de Duero
Otro elemento llamativo es la fachada de los restos del Palacio de los Marqueses de Berlanga, o Palacio de Villa y Tierra como lo denominan en la web del pueblo. Destruido durante la Guerra de la Independencia por los franceses, apenas queda un reflejo de lo que en su día llegó a ser.
fachada del Palacio de los Marqueses de Berlanga
También llama la atención otra oscura figura de un eclesiástico. En esta ocasión, sí hay un cartelito que reza las bondades de este personaje: Fray Tomás de Berlanga, Obispo de Panamá. Introductor en América del plátano africano y descubridor del archipiélago de Colón o de los Galápagos. En el pedestal se pueden apreciar rocas traídas de ese archipiélago.
Fray Tomás de Berlanga, descubridor de las islas Galápagos
Os muestro apenas una parte de este pueblo, pero es que tampoco vi nada más. Si hubiera rodeado el pueblo otra historia hubiera sucedido.

Paso de puntillas por Burgo de Osma, ya que estuve hace dos años. En esta crónica podéis recordar la visita y ruta por los alrededores: mi 8CN del ClubYBR. El viernes. Peñaranda de Duero - San Esteban de Gormaz - Osma - Calatañazor
Castillo de Ucero
Sí que me detengo unos momentos en Ucero, a la entrada del Cañón del río Lobos, -al cual, one more time, paso por aquí sin acercarme a la Ermita de San Bartolomé-
Cañón del río Lobos
para disparar a lo que se puede considerar el segundo desfiladero del día. Este más conocido que el anterior. Por supuesto que las fotos no le hacen justicia.
Cañón del río Lobos
Otra sobre la escalera de salida, que no se ve, y continúo. Os tendréis que creer que por ahí va una carretera de montaña con sus curvitas de 180º
Cañón del río Lobos
Cojo la nacional N-234 en San Leonardo de Yagüe hacia Burgos. Poco puedo decir de este tramo hasta que la abandono a la altura de Barbadillo del Mercado. Una fila de camiones cargados de madera me escoltan prácticamente todo el tramo sin poder adelantarlos. Resulta un poco extresante, pero enseguida vuelvo a la paz una vez entro en la carreterita estrecha que me introduce hacia la Sierra de la Demanda por Pinilla de los Moros y Vizcaínos; Pueblecitos de gente encantadora.
Desfiladero río Pedroso, Barbadillo del Pez
Prácticamente desde la salida de Barbadillo del Pez, el bosque de pinos y robles deja paso a la piedra en el último desfiladero del día, en esta ocasión labrado por el río Pedroso y su afluente Riocavado o Valdorcas, ya que no se sale de él hasta Riocavado de la Sierra -en la dirección que llevo-
Desfiladero río Pedroso, Barbadillo del Pez
donde da comienzo el ascenso al pico de El Manquillo y vuelve a ocultar los aledaños de la carretera la frondosidad de los árboles.
El cansancio ya comienza a hacer acto de presencia. Pensaba que llegaría mas tarde y avanzaría mucho mas, pero la falta de salidas me está pasando factura. Motivo por el cual, esta noche la traía sin cerrar.
Esto viene a cuento porque, llegar al precioso pueblo de Pineda de la Sierra se me hace largo, pese a la rodar por una carretera hecha para mi gusto;
Puente sobre río Arlanzón, Pineda de la Sierra

Pineda de la Sierra, Burgos
no disfrutar como se merece esta pequeña población serreña, con sus casas de piedra. Apenas me quedo en la zona del puente,
Puente sobre río Arlanzón, Pineda de la Sierra
a las que pertenecen las fotos que veis.
Puente sobre río Arlanzón, Pineda de la Sierra

Pineda de la Sierra
Y no entrar por el ánsia por avanzar, visitar la otra parte del pueblo y buscar alojamiento aquí. Al final, la sola idea de un destino prefijado me hace errar.
Pineda de la Sierra
Continúo hasta Pradoluengo, donde me doy cuenta que es una gilipollez seguir y busco un alojamiento. Me he perdido 28 espectáculares kilómetros y a saber que más.
Plaza de Pradoluengo
Esto es adquirir experiencia, ¿no?

Una ducha y me voy a estirar las piernas por esta población, donde lo más destacable que aprecio es el templete musical situado en el centro de la plaza. En ella presumen de tener la banda de música mas antigua de la provincia de Burgos.
Templete de banda de música de Pradoluengo
El día acabará con una desagradable sorpresa que no gestiono bien y me hará no recomendar el alojamiento si alguien me preguntase.

Hasta aquí la primera jornada. Espero que os haya gustado. En unos días o semanas más.
V'sss


Comentarios

  1. Ruta preciosa reportaje de diez, con el relato la calidad fotografica, por la transmisión amplia de conocimiento.
    Gracias por compartir!!!.
    Un abrazo alf

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  2. Buaah vaya rutaca que te has sacado..Preciosa y preñada de la historia del país.
    Fantástica.
    Gelu.

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    1. Es solo la primera parte, espera que hay mas.

      Gracias por pasarte

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  3. Una buena tirada larga y esmerada en el relato. Siempre pagamos alguna quintada viajando y a veces sin hacerlo. Esperando a ver donde continuas este viaje.
    Un saludo.

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    1. Siempre que sea cosa de poco, la tomaremos como anécdota y apuntada para aprender.

      Gracias por pasarte.

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  4. Preciosa ruta con un encanto especial. ¿Vas a seguir con más capítulos? Estamos impacientes, ¡¡Queremos más!!, jeje. Vsssssssssssssssssssssssssssssssss!!!

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    1. Sí, estoy con ellos, pero deberéis ser pacientes que no ando muy sobrado de tiempo.

      Gracias por pasarte.

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