El día después de la quema

Apenas dispongo de un par de horas libres. El fresco de la mañana ya se esfumó, y está mas cerca el mediodía que la hora de levantarse. Ya no son horas aconsejables para montar en bici, así que la opción de una vuelta corta en moto acaba imponiéndose. Pierdo unos minutos en buscar el chaleco refrigerante y otros más en cargarlo de agua para que funcione.
No tengo ruta preparada. Ha surgido todo tan rápido que no sé donde puedo ir. Dejaré que la carretera me guíe.
Monte seco, Umbría de Fresnedas
Aún tengo gasolina suficiente en el depósito de la vuelta de ayer; para unos ciento largos. Arranco a Desireè -ahora con bobinas y bujías nuevecitas, lo hace una décima de segundo antes de darle al botón, ya me ve venir- y la dejo calentar mientras cierro las cremalleras, me coloco el casco y enfundo los guantes. Engrano primera y cojo la primera calle que me aparece.
Ésta me lleva dirección Puertollano, pero no me apetece hacer autovía, prefiero ir por Aldea del Rey y hacer las curvas de Cervera, junto a la rivera del Jabalón.
Un grupo de motos a lo lejos me invitan a cambiar de destino unos metros antes del cruce. Se dirigen hacia Viso del Marqués, y esa carretera se contorsiona un poquito más, y en este momento creo que me apetece más.
Como era de esperar, éstos van mas deprisa que yo. Les pierdo de vista rápido. ¿Recuerdas mi lema?: No se trata de correr, sino de recorrer.
Voy invocando la lluvia -cada uno canta como bien puede- afligido por lo seco que está el campo. A ver si refresca, llueve y la paleta de colores ocres y amarillentos actual se enfría y vuelve al verde que tanta energía me infunde.
Monte seco, Umbría de Fresnedas
Pero, apelando al dicho pesimista, de que «todo siempre puede ir a peor» hay algo peor que el amarillo. Y es el negro.
La desolación, el duelo, el dolor de ver todo calcinado impregna el ambiente. Joder que bajón. Apenas son unas hectáreas, la mayoría de rastrojo, lo que incluso le vendrá bien para la próxima siembra, pero que sensación mas desagradable.
Terreno quemado, Umbría de Fresnedas

Terreno quemado, Umbría de Fresnedas
No soy el único con esta sensación. Una mujer, delante de su coche apartado de la carretera comarcal, en el margen del carreterín que conduce a la pedanía de Umbría de Fresnedas, contempla tapándose la boca con las manos, en clara pose de estupefacción, la misma escena que yo.
Terreno quemado, Umbría de Fresnedas

Terreno quemado, Umbría de Fresnedas

Terreno quemado, Umbría de Fresnedas
No quiero volver a lamentarme por ver el campo seco y aprender a apreciarlo. No estamos para perder el tiempo esperando algo mejor, cuando lo que tenemos delante ya es sufiecientemente bello.

Y hasta aquí me ha llegado la inspiración. No voy a esperar a otra para acabarlo.
monte quemado, Umbría de Fresnedas

Comentarios

  1. Me alegro de que retomes buenas costumbres. Por aquí te leeremos siempre que la noche nos quite el sueño. Desde Puertollano.

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